lunes, 24 de mayo de 2010

LEY DE IGUALDAD EN LAS RELACIONES FAMILIARES ANTE LA RUPTURA DE CONVIVENCIA DE LOS PADRES


Es la primera vez en España que una ley, en este caso autonómica (la que acaba de aprobar Aragón), permite que hombres y mujeres sigan responsabilizándose de la educación de sus hijos, tras la ruptura de la pareja.

La custodia compartida implica sentarse a negociar para que ambos progenitores se hagan cargo de los hijos en igualdad de condiciones, con independencia de cómo se reparta la vivienda familiar y quién pague más pensión de alimentos. Priorizar el cuidado de los hijos y el tiempo que les va a dedicar cada uno, para hablar después de la pensión de alimentos y de qué se hace con la casa.

Según la EPA, en el primer trimestre de este año, había en España 317.700 personas ocupadas a tiempo parcial porque se dedicaban del cuidado de niños, adultos enfermos, discapacitados o mayores. El 96,54% de ellas eran mujeres.

Por eso es importante la ley de Aragón, porque supone un gran avance para los derechos de las mujeres, pero también para los hombres y, especialmente, para los hijos, que son lo más importante.

Es verdad que todavía queda mucho camino por recorrer, pero esta ley quiere contribuir a avanzar en la igualdad sociológica de hombres y mujeres.

Los niños necesitan padre y madre y los que se separan son los adultos, no los pequeños.

A la ley aragonesa seguirá otra más ambigua en Cataluña. La Comunidad Valenciana ha anunciado también que seguirá el camino abierto por Aragón, mientras que diversas instituciones vascas y algún ayuntamiento andaluz han reclamado al Gobierno que regule por ley la custodia compartida, porque los tiempos han cambiado.

Y es que hasta la reforma del Código Civil de 2005 nada impedía a los jueces conceder la custodia compartida si los padres no se ponían de acuerdo, aunque se aplicaba en contadas ocasiones. Lo que hizo la reforma fue poner trabas. Tantas, que hace prácticamente imposible conceder la custodia compartida, que se califica de medida "excepcional" que solo se concederá si el fiscal está de acuerdo. Pasados los años, los jueces siguen negando la custodia compartida, especialmente si quien la reclama es el padre.